viernes, 7 de diciembre de 2007

El abuelo Alonso

A los 91 años tampoco es momento de morirse. La abuela Espeita se murió hace 27 años, no me dejaron ir al entierro. Hoy se ha muerto el abuelo, ya sólo me queda una abuela, al menos les he visto este verano, al abuelo no le había visto desde 1993, estaba muy mayor, muy pequeño, muy quieto, muy poco abuelo Alonso. Me cuesta mucho llorar, lo dicen Gonzalo y César, tengo que aprender a exteriorizar lo que pienso. Sólo temgo el blog, mi cuaderno de bitácora, aquí sí puedo llorar. Por lo menos le pude decir lo que le quería, conoció a los niños, los niños a él, pero no me atrevo a ir, hay gente a la que no estoy preparado para ver, no podría volver. Adiós abuelo, yo tengo ni cielos ni nada de eso, sólo tengo recuerdos, por eso se me olvida todo ahora, por que tengo la cabeza al completo de recuerdos. Gracias tía Isa, tío Toño, tío Lolo, aunque César y Gonzalo no entiendan bien para qué servía ese viaje, yo sí sé para qué, era indispensable para recuperar a mí familia, los recuerdos de mi tierra, yo no soy de aquí ni quiero serlo, a quien no le guste que le eche azúcar, es el primer sitio en el que he vivido por el que no siento apego, aquí sólo valen unas pocas personas, pero los peques se quieren quedar. Mañana la patrona de Infantería, yo sé que mi abuelo sí era creyente, que les acompañe dode ellos quieran estar.

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